Meet Carolina Osorio, Educator at the Children’s Home
Yo crecí solo con mi mamá. Cuando tenía 9 años, mi papá se fue de la casa, y quedamos sólo mi mamá, mis 4 hermanos y yo. Ella y los mayores trabajaban mientras mi hermana menor y yo íbamos a la escuela. Luego fuimos al colegio, nos graduamos, y más adelante a buscar empleo. Yo tuve varias experiencias laborales hasta que llegué a una ONG, y me sentí muy identificada con los chicos. Estuve en esa ONG por 3 años y me encantó ese trabajo. Luego llegué aquí a Villa Soleada.
Ya conocía a Yalena, la directora, porque había trabajado con Reginaldo, su esposo, en mi empleo anterior. Me vine unos días primero a Villa a compartir unos días con los chicos, y dije “me encanta”. Yo salí de mi anterior trabajo porque tuve a mi bebé, y tenía que cuidarlo. Y ya después no podía trabajar a tiempo completo, y ahí fue cuando Yalena me dijo de estar a media jornada, que fue excelente para mi. Así llegué aquí, y me encanta este trabajo.
En mi día a día con los chicos trato de hacer cosas que a ellos les interese, llevando de la mano siempre la parte educativa, la parte de valores, y la parte emocional. Trato de trabajar siempre esas tres cosas. Y ahorita en este año, una de mis metas personales con ellos es trabajar también la parte humana. Quiero poder inculcar muchas más cosas en ellos, que sean capaces de sentir algo que nunca han sentido, algo que pueda ser difícil para ellos.
Lo que más me gusta de mi trabajo es todo! Todo lo que hago con ellos. Las luchas diarias, cada vez que ellos dicen que no pueden seguir luchando para conseguir algo, enseñarles que todo es posible lograrlo. No hay algo que no me guste de mi trabajo.
Algo que tengo que destacar de Villa, es que en comparación con mi anterior empleo, tenemos un concepto de hogar distinto. Aquí los niños tienen su propia cocina por ejemplo en vez de ir a un comedor común, y son cosas así que les hacen sentir que están en su casa. Que esta es su casa. Y eso hace que que no quieran irse. Aquí pueden ver televisión, pueden jugar, pueden dormir si lo necesitan…
Quiero decir a cada extranjero, a cada persona que han venido a Honduras una y otra vez, dando tanto a esta organización, que puede parecer fácil pero una vez que ya estamos dentro, sabemos que es una labor bien difícil. Y aún siendo difícil, siguen viniendo a ayudar. Por eso quiero añadir que es admirable todo el trabajo que hace todo el grupo de Students Helping Honduras aquí en mi país.
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I grew up with my mom. When I was 9 years old, my dad left the house and it was just my mom, my 4 siblings and me. My mom and older sister worked while my youngest sister and I went to school. Then we went to university and we graduated and then we found jobs. I have had many different working experiences until I started working for my first NGO, and I felt like I would really identify with the kids I worked with. I worked in that NGO for 3 years and I loved the work. Later I came to work in Villa Soleada.
I already knew Yalena, the director, because I worked with Reginaldo, her husband, at my job before this. Yalena invited me to Villa Soleada for a couple of days to spend time with the kids and I said to myself “I love this”! I left my other job because I had a baby, and I had to take care of him. Because of this, I couldn’t work full time, but Yalena told me I could work in the Children’s Home part time, which was excellent for me. That’s how I started working here, I love this job.
In my day to day work with the kids, I try to do things that interest them and at the same time help them work on things like their education, their values, and their emotions. I try to always work on those three things. This year, one of my personal goals with them is to work on their humaneness. I want to be able to instil a lot of different things in them, I want them to be able to feel things that they have never felt before, which is something that might be hard for them.
My favorite thing about my job is everything! I enjoy everything that I do with them. The daily struggles, every time they say that they cant keep fighting to get something, I try to show them that it is possible to accomplish. There isn’t anything about this job that I don’t like.
One thing I want to highlight about the Children’s Home in Villa is that, in comparison to my job before this, we have a completely unique Home. Here, for example, the kids have their own kitchen, one in the boys home and one in the girls, instead of having to go to a communal dining area, small things like that make the kids feel like this is their house. This makes them not want to leave. Here they can watch TV, they can play, they can sleep whenever they want…
I want to tell all of the visitors, and all the people who come to Honduras over and over and dedicate themselves to this NGO, that the work can seem very easy but once you start working you realize it can get hard. And even though it is hard, the people keep coming back to help. I just want to say that everything that Students Helping Honduras does here in my country is very admirable.