Call/Text : +1 631 505 3745 | Email: [email protected]

Personas Hondureñas: Meet Marlen Rodriguez, Teacher at the Villa Soleada Bilingual School

Meet Marlen Rodriguez, Teacher at the Villa Soleada Bilingual School

“My childhood was pretty peculiar because I’m a native from O. I’m not from here (El Progreso). I came here four years ago. I spent my childhood in a rural area. That’s where I grew up. When I went to second grade, I had to disrupt our peace to in order to go to school in an urban area. I had to travel everyday. In order to go to class, I left my house at 6 am to get to class by 7 am. I returned to my house at 4 pm. I came home just to sleep. I did this from third to sixth grade. When I’d went to 9th grade, I left for another town. I lived there and only returned to my hometown on the weekends.  After 9th grade, I left for the for the main school in O., called U.. I studied there for three years to become a primary education teacher. Then, I graduated and returned to my hometown for eight months. For most of my youth, it was difficult because I had to live separated from my family to study. However, something I always kept in mind is something my parents taught me. Many times in order to achieve something you want, you have to make sacrifices and have great determination. My family’s love and bond was always something that kept me going and a huge motivation for me.

At the start, I didn’t like it (studying to be a teacher). At first, I did not like the idea of ​​being a teacher but my dad told me that it was the career that I was going to study. My plans were to study and get a degree in IT (information technology). The career is most feasible in my community. My father helped me enroll in a women’s training program where I was able to pass the exam. I decided to start school at Juan Mixto Olancho. There, I took the entrance exam and enrolled. I didn’t like the career at first. During this time, I failed two classes in the first semester and cried. I cried and cried and cried because I’d never failed a class before. This helped teach me that not only do we have to do what we what we like, but also things that will help us later on. Failing those two classes was what motivated me to continue. Going forward, I put in more effort. I will never forget failing those classes.

In the third year (of teacher training), one usually has practicums with children. My first practicum was with preschool children. It was a sentimental feeling because it was with children who were four to five years old. The children are filled with contagious love. This is where I discovered more about what I like about children, working with them and helping them.

After several other professional practices, I started working in February 2016 at the Villa Soleada Bilingual School. I started giving tutoring classes to three children, Dulce, Karla, and Selvin, from here Villa Soleada. They were my first students. I did this for, more or less, 15 to 20 days. Then, one of the teachers needed to go on maternity leave. The director told me, ‘Miss, I noticed that we will need your help with Spanish classes because the teacher needs to leave to have her baby.’ Then I said, ‘Yes, Miss. It’s okay. No problem. I’ll help.’  And then, I started teaching preparatory until fifth grade Spanish classes. At the beginning, I felt nervous because I had only worked as a assistant teacher. This was not the same. I was under such a big responsibility because it was professional setting. Soon enough, the children gave the kindness to us which is the assurance that we sometimes need as teachers. It is a very rewarding and quite beautiful experience because little by little the children spread their kindness to one another. They gave their love, and I realized that this child was kind because they had received the kindness from someone else. The children that are now in 8th grade were my students when they were in 5th grade. They still show me kindness, and say to me, ‘Miss! Why don’t you still give us classes?’ But they are in the upper grades. My experiences here at Villa Soleada has been some of the greatest experiences I’ve had in my career. I have a great team each year. I feel that I learn great and new big things from each one of them. Everyone learns a lot.  I’ve realized that I always want to have a team like this. I’m always grateful to have a work team like this because not everyone has the privilege to work with friendly, cheerful, helpful, and understanding people.

I think that education is the basis of being a human. It can help you develop professionally. Many times, we say that the teachers are the ones responsible for education today in our country. But this is not only the responsibility of the teachers but also the student’s parents and the students themselves. It’s the energy and interest the students put into learning. It’s also the support that the parents give to us as teachers teachers. It’s the teacher’s strong efforts. Education in our country has changed a lot.

As a teacher, I teach my students by explaining and thinking about a topic. Through this manner of teaching, I teach them to do everything with care and to do it well. It is also part of the student’s education to learn how to do things well and to always do quality work.

“Mi niñez fue bastante peculiar porque soy nativa de Olancho, no soy de acá. Hace cuatro años me llegué acá. Mi niñez – la pasé en el campo. Fue donde yo me crié. Cuando llegué a segundo grado, tuve que dejar de nuestra paz para poder ir a la escuela en un área urbana. Entonces, viajaba todos los días. Desde la seis de la mañana que salía de mi casa para entrar la clase a las siete. Y regresa a mi casa a las cuatro de la tarde. Llegaba prácticamente solo a dormir. Este proceso duró de tercero hasta sexto. A la entrada ya al noveno grado, yo me fui para el pueblo. Allá vivía e iba a mi casa solo los fines de semana. Luego, al salir de noveno, yo me fui para la cabeza departamental de Olancho que es Urtigalpa. Ahí, estudié tres años, estaba estudiando para maestro de educación primaria. Y después de graduarme, regresé a mi casa durante ocho meses. Y fue un proceso bastante difícil porque, durante todo mi infancia prácticamente en juventud yo viví separa de mi familia por mis estudios. Pero algo que siempre me mantuvo fuerte fue que mis padres siempre me enseñaron que muchas veces para lograr lo que uno quiere, lo que necesita, tiene que sacrificarse, y tienen que hacer una fuerza más grande. El amor de mi familia siempre fue algo que me mantuvo, la unión en familia también fue algo bastante motivante para mi.

Al principio, no me gustaba la idea de ser maestra. Al principio solo lo hice porque, pues, mi papa me dijo de que era la carrera que yo iba estudia. Y mis planes era estudiar bachillerato en computación. Era la carrera más factible y que habían en mi comunidad. Luego, mi papá me inscribió en la escuela de Juan Mixto Olancho. Y allí yo pude aprobar el exámen. Entonces, ingresé. Como la carrera no me gustaba al inicio, pues, ese período, yo reprobé dos clases el primer semestre, y lloré. Lloré y lloré, lloré porque yo nunca he reprobado clases. Eso me ayudó a enseñarme que muchas veces tenemos que hacer no solamente lo que nos gustan, sino también algo diferente que nos van a ayudar más adelante. Entonces, ha reprobado esas dos clases fue lo que me motivó a seguir adelante. Y a partir de ahí, hice un esfuerzo más grande. Nunca se me olvidará el reprobar esas clases.

El tercer año, solo son practicas con niños. Mi primera práctica fue con niños de preescolar. Fue algo bastante sentimental porque compartí con niños de cinco o cuatro años es una experiencia que los niños le toman a uno mucho amor. Y ese amor a una se lo contagian. Entonces ahí fue donde yo fui descubriendo más todavía de que me gustaban los niños, me gustaba trabajar con ellos, me gustaba ayudarlos.

Después de otras cuantas prácticas profesionale, comencé a trabajar en febrero de 2016 en la Escuela Bilingüe Villa Soleada. Yo comencé a dar tutorías con tres niños de aquí Villa Soleada que era Dulce, Karla y Selvin. Fueron mis primeros estudiantes. Estuve en esta proceso durante, más o menos, 15 días. 15 o 20 días. Y luego, una de las maestras que estaba, necesitaba una licencia de maternidad. Entonces, me dice la directora, “Miss, fijase que necesitamos que usted nos ayuda con los clases de español porque la maestra necesita irse ya porque van a nacer su bebé.” Entonces “Sí, Miss, está bien, no problema, yo le ayudo.” Y, pues, comencé a dar clases de preparatoria hasta quinto grado, clases de español.  Al inicio, me sentía nerviosa porque solo había estado trabajando con prácticas profesional con niños, pero no era lo mismo ya estar bajo un responsabilidad tan grande porque ya era una practicante, no una profesional. Entonces, el mismo cariño que los niños le dan a uno, le hace tener esta seguridad que a veces necesitamos como maestros. Es una experiencia bastante gratificante, bastante bonita, porque los niños poco a poco le van dando cariño a uno. Y uno igual les da amor, y pienso que si este niño es cariñoso con uno, pues, claro, es porque uno expresa esas muestras de cariño. Los chicos que ahora están en octavo grado fueran mis estudiantes en quinto grado y ellos todavía me ven con amor, y me dicen “Miss! Porque no nos da clases usted todavía?” Pero ya ellos están en nivel más alto. Mis experiencias aquí en Villa Soleada ha sido unos los mejores experiencias que yo tenía en mi área laboral. Tengo un gran equipo de trabajo cada año, siento que aprendo cosas nuevas, grandes, y muy grandes de cada uno de ellos. Y siempre al agradecida de tener equipo de trabajo así, porque no cualquier tiene el privilegio de trabajar con personas amables, sonrientes, serviciales y comprensivas.

Pienso que la educación es la base para que el ser humano, puede formarse profesionalmente. Muchas veces, decimos de los maestros son los responsables de la educación hoy en día en país. Pero esto no es responsabilidad solo de maestros, es también de padres de familia, tiene que ver con el estudiante, el interés que los estudiantes les ponga y el apoyo que padres de familia nos de. Y el este esfuerza que demos nosotros maestros. La educación hoy en día en nuestra país, ha cambiado bastante.

Yo como docente le enseño a mis estudiantes que incluso esto para desarrollar un tema, para ordenarlos. Tener esmero en hacer las cosas siempre bien. Y eso es también parte de la educación de un estudiante, que él aprenda las cosas bien y a hacer los cosas de cualidad siempre.”